Normas de Conducta
- El Compromiso con la Escritura
- El Compromiso con Jesús
- El Compromiso de Cuidar
- El Compromiso con la Iglesia
- El Compromiso con la Humanidad
- El Compromiso con la Pureza
- El Compromiso con la Competencia
- El Compromiso con la Metodología
- El Compromiso con la Autoridad
- El Compromiso con la Integridad
- El Compromiso con la Reconciliación
- Violación de las Normas
El Preámbulo
Las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento ejercen una autoridad de control tanto en los términos como en el contenido de la consejería. La consejería es una relación donde el consejero se mueve hacia personas con problemas para ayudarles en las luchas que enfrentan en un mundo caído. Las Sagradas Escrituras tienen un papel de autoridad en el control de esas relaciones, ya sea que sucedan en un contexto de consejería formal o de manera informal a través de la vida en común. Las mismas Escrituras también afirman tratar directamente los problemas, las preguntas, los conflictos y las luchas que las personas enfrentan cuando buscan ayuda de consejería. La Asociación de Consejeros Bíblicos Certificados existe para ayudar a la iglesia de Jesucristo a sobresalir en el ministerio del consejo bíblico. Nos regimos por la Palabra de Dios en los 66 libros de la Biblia como nuestro estándar para la práctica de consejería. Afirmamos los siguientes compromisos como un resumen de los términos por los cuales debemos ordenar todas nuestras relaciones de consejería. Estos son los estándares de conducta de consejería que usaremos para evaluar la fidelidad de los consejeros certificados con nuestra organización.
I. El Compromiso con la Escritura
Dios inspiró a la Biblia para proveer una guía autorizada a su pueblo mientras lo honra en medio de las dificultades en un mundo pecaminoso. La gente busca ayuda de consejería cuando la vida no parece funcionar correctamente y necesitan ayuda para entender y resolver lo que ha salido mal. Los consejeros bíblicos creen que es la intención divina de las Escrituras describir el estándar perfecto al cual las personas deben conformarse mientras viven sus vidas, los problemas espirituales que enfrentan en la vida y que desafían esa norma, y el proceso de transformación que Dios ha diseñado para ayudarles a cambiar. Los consejeros bíblicos están comprometidos a usar las Escrituras en consejería con la convicción de que los temas abordados en las Escrituras son los temas exactos abordados en las conversaciones de consejería.
A. A. Los consejeros bíblicos deben usar las Escrituras en consejería como la fuente autorizada y suficiente de contenido para aconsejar. Las Escrituras abordan suficientemente los temas que perturban a las personas y las llevan a buscar ayuda de consejería. Este hecho alienta a los consejeros bíblicos que una comprensión adecuada de los problemas de consejería de la gente combinada con una comprensión adecuada de los contenidos de la Escritura conduce a la confianza de que el texto bíblico de manera poderosa y relevante aborda todos los problemas de consejería. Esta verdad requiere que los consejeros bíblicos trabajen para dirigir todas las conversaciones de consejería a las verdades de la Palabra de Dios, y para alentar a los aconsejados a hacer mucho uso de las Escrituras en sus vidas personales.
B. Los consejeros bíblicos deben rechazar cualquier intervención de consejería secular que esté en desacuerdo con la Escritura. Las terapias de consejería secular no aportan nada esencial a la comprensión y resolución de problemas de consejería, aunque las instituciones seculares pueden proporcionar ayuda a los consejeros bíblicos cuando situaciones como la hospitalización se hacen necesarias para una atención extrema y urgente. Tales intervenciones solo son efectivas cuando son consistentes con la Escritura e ineficaces cuando están en desacuerdo con la Escritura. En sí mismas son innecesarias e insuficientes para las necesidades de consejería que enfrentan las personas. Los consejeros bíblicos no participan en estas intervenciones ni refieren a consejeros que lo hacen.
C. Los consejeros bíblicos deben interpretar correctamente los textos de la Escritura que usan en su consejería. El significado de un texto de la Escritura está controlado por su género, por el contexto gramatical e histórico en el que fue escrito y por la intención del autor que lo escribió. Los consejeros bíblicos deben tratar de entender el género y el significado original del texto de la Escritura. Sólo con esa comprensión es posible comunicar la verdad de la Palabra de Dios a los aconsejados.
D. Los consejeros bíblicos deben hacer una distinción entre el significado claro de un texto bíblico y sus opiniones y aplicaciones que derivan de ese texto. Hay una distinción importante que debe hacerse entre el significado intencionado autoritario del autor en el texto y nuestra aplicación de ese texto. Los consejeros bíblicos, por lo tanto, deben hacer una clara distinción entre la explicación de los textos de la Escritura y sus opiniones individuales sobre cómo aplicar ese pasaje a los aconsejados.
Salmo 19; 119:25, 40, 50, 105, 107; Proverbios 6:23; 10:17; Romanos 15:4; 2 Timoteo 2:15; 2 Timoteo 3:1-17; 2 Pedro 1:3-21
II. El Compromiso con Jesús
Jesucristo es el Hijo eterno de Dios que ha venido en la carne para redimir a la humanidad caída de todos los efectos de la caída a través de su vida, muerte, resurrección y ascensión al trono a la derecha del Padre. Él es la fuente de la alegría eterna y sirve como la solución definitiva para cada problema de consejería. Tiene la intención de acabar con todas las dificultades de consejería poderosamente, aunque parcialmente en esta vida, y luego plenamente en la siguiente. Todas las personas acceden a estos beneficios por medio de la fe en él cuando comienzan y continúan viviendo la vida cristiana. Es el privilegio de todos los cristianos usar nuestras conversaciones para dirigir a todas las personas hacia él en todo momento y en todo lugar. Jesús es el objetivo de todas nuestras conversaciones, ya sean informales o formales
A. Los consejeros bíblicos deben señalar a sus aconsejados a la necesidad de la fe en Jesucristo para la salvación. Debido a que Jesucristo sirve como la solución personal a todas nuestras dificultades de consejería, a meta principal de cada consejero debe ser introducir a los aconsejados a una relación salvadora con Jesucristo. Los consejeros fieles orarán pidiendo sabiduría sobre la mejor manera de llamar a sus consejeros a la fe salvadora en Cristo, sabiendo que es solo a través de una relación con él que las personas con problemas pueden conocer el gozo ahora y por toda la eternidad.
B. Los consejeros bíblicos también deben señalar a sus aconsejados a la necesidad de la fe en Jesucristo para la santificación. La fe en Jesucristo es esencial, no solo para entrar en la vida cristiana, sino también para crecer en santidad durante toda la vida. Los consejeros bíblicos apuntan a sus aconsejados creyentes a la persona y obra de Cristo como aquello que les permite vivir la vida de fe mientras esperan la plenitud de su salvación en el último día.
Mateo 28:16-20; Hechos 1:8; Romanos 6:1-4; 10:8-13; 1 Corintios 2:1-5; 2 Corintios 3:18; 4:4-6; Efesios 4:15
III. El Compromiso de Cuidar
El llamado a participar en las conversaciones de consejería es el llamado a amar bien a los demás. Los consejeros bíblicos demuestran el amor de Cristo a través del cuidado de consejería que ofrecen a las personas con problemas que buscan ayuda. La relación de consejería es de cuidado amoroso, sin importar si esa relación ocurre en el contexto de una consejería más formal, o simplemente es el cuidado que expresamos a otros. Los consejeros bíblicos buscan una postura de servicio amoroso en sus conversaciones y evitan traer daño a las vidas de los aconsejados.
A. Los consejeros bíblicos deben cuidar a los aconsejados sacrificando tiempo para ellos. Las citas programadas son a menudo una manera práctica de asegurar que las conversaciones de consejería ocurran, pero un compromiso bíblico de cuidar bien a los demás nunca puede limitarse a las reuniones de consejería formal. Los aconsejados son nuestros hermanos y hermanas en Cristo; son nuestros amigos extraviados, vecinos, y miembros de la familia. Amarles bien requiere nuestro servicio a ellos en momentos que pueden ser inconvenientes. Los consejeros bíblicos utilizan sus energías para amar y servir a las personas con problemas y nunca buscan limitar su participación en la vida de un aconsejado a una reunión específica, sino que se involucran en la vida de ellos tanto como sea sabio y posible. A veces puede ser prudente poner fin a una relación de consejería formal cuando la consejería se ha convertido en contraproducente para el aconsejado. Cuando ya no es sabio o posible realizar más reuniones, se hace un esfuerzo razonable para poner al aconsejado en contacto con alguien que continúe con la atención bíblica.
B. Los consejeros bíblicos deben cuidar a los aconsejados buscando que sus palabras de consejería vayan de la mano con actos tangibles de cuidado. La Biblia enseña que es una demostración pecaminosa de fe muerta limitar nuestro cuidado de consejería a las palabras que hablamos, evitando al mismo tiempo los actos de cuidado. Los consejeros bíblicos buscan satisfacer las necesidades físicas y otras necesidades prácticas de nuestros aconsejados siempre que sea posible.
C. Los consejeros bíblicos deben cuidar a los aconsejados al tomar decisiones acerca de si y cómo cobrar honorarios por consejería. La Biblia es clara en cuanto a que los ministros del evangelio de Jesús tienen derecho a ganarse la vida con el evangelio. Este principio puede extenderse a los consejeros bíblicos que sirven a Cristo en el ministerio vocacional. Al mismo tiempo, la Biblia es clara en cuanto a que el evangelio de Jesucristo es un don precioso que debe ofrecerse sin precio, y que puede ser necesario que los ministros de Cristo sirvan desinteresadamente a los que están a su cuidado. Los consejeros bíblicos, por lo tanto, deben de amar a sus aconsejados discerniendo si cobrar honorarios y cuánto cobrar. Los consejeros bíblicos se comunicarán con sus aconsejados a tiempo y claramente sobre cualquier cobro de honorario para consejería, evitarán honorarios exorbitantes y harán todo lo posible para evitar rechazar la atención a aquellos que no pueden pagar. Los consejeros bíblicos nunca limitarán su atención conversacional solo a aquellos que son capaces de compensar.
D. Los consejeros bíblicos deben cuidar a los aconsejados protegiendo a los débiles del daño. Los aconsejados pueden ser perjudicados por otros y pueden infligir daño en sí mismos. Los consejeros bíblicos evitan el lenguaje pecaminoso y el comportamiento que trae daño a las vidas de sus aconsejados. Los consejeros bíblicos entienden que es imposible proteger a los débiles de todos los peligros en un mundo caído y, sin embargo, se esfuerzan por proteger a los aconsejados de la exposición al trato dañino de otros a través de la falsa enseñanza, consejería no bíblica, discurso áspero, trato abusivo y cualquier otra manifestación de relaciones pecaminosas. Y procuran activamente proteger a los aconsejados del daño causado por su propio pecado persistente.
Proverbios 3:27; Mateo 22:34-40; Juan 15:12-17; 1 Corintios 9:1-18; 1 Corintios 13:1-13; 1 Timoteo 5:18; 1 Tesalonicenses 2:1-12; Santiago 2:14-17; 1 Juan 2:7-11; 3:11-24
IV. El Compromiso con la Iglesia
La iglesia es el cuerpo de Jesucristo, a quien él ha comprado con su propia sangre, y le ha encomendado hacer avanzar su reino en la tierra. Debido a que la iglesia es el pilar y el refuerzo de la verdad de Dios, es indispensable que en el ministerio de consejería se busque comunicar esa verdad. Los consejeros bíblicos hacen su trabajo con la convicción de que el cambio bíblico es, en última instancia, imposible aparte del ministerio completo de la iglesia.
A. Los consejeros bíblicos deben estar comprometidos con la prioridad de la iglesia en el cumplimiento de su ministerio de consejería. Los consejeros bíblicos se colocarán bajo el liderazgo de una iglesia y perseguirán la responsabilidad de ese liderazgo en cuanto se relaciona con sus prácticas de vida, doctrina y consejería.
B. Los consejeros bíblicos deben perseguir las conexiones más cercanas posibles entre la responsabilidad de la iglesia y los centros de consejería donde sirven. Ya sea que el ministerio de consejería sea formalmente parte de la iglesia o que el liderazgo de la iglesia haga responsable al centro a través de la participación de la junta directiva o la responsabilidad personal de los consejeros individuales, los consejeros bíblicos saben que la fidelidad última de un centro de consejería está conectada con su proximidad organizacional al cuerpo de Cristo.
C. Los consejeros bíblicos deben tratar de involucrar a sus aconsejados en una iglesia fiel. La consejería en última instancia busca, por la gracia divina, ayudar a los aconsejados a conformar su vida con un comportamiento que glorifique a Dios. Los consejeros bíblicos entienden que los cristianos crecen mejor cuando están activamente involucrados en la iglesia.
D. Los consejeros bíblicos deben buscar, para sí mismos, y para aquellos a quienes aconsejan, iglesias que cumplan fielmente el mandato de Cristo de mostrar cuidado a través de la disciplina correctiva de la iglesia. Tal disciplina es una manera central en que Dios cuida de su rebaño, y protege la pureza de la iglesia.
Mateo 16:16-19; 18:15-20; Hechos 2:42; 1 Corintios 5:1-5; Efesios 2:19-21; 1 Timoteo 3:15; Tito 1:10; Hebreos 3:13; 10:25
V. El Compromiso con la Humanidad
Dios hizo a los seres humanos en su propia imagen como el pináculo de su creación y, por lo tanto, están investidos con dignidad inestimable. La consejería bíblica involucra a estos preciosos portadores de imágenes para mostrarles cuidado según los estándares de la Palabra de Dios. Los consejeros bíblicos trabajan para mostrar honor y cuidado a los seres humanos en todas las formas relevantes.
A. Los consejeros bíblicos deben aconsejar de una manera que proteja la vida y honre la imagen de Dios en los seres humanos. Los consejeros bíblicos nunca toleran la toma de la vida inocente a través del asesinato creyendo actos tales como el aborto, la reducción selectiva, la eutanasia y el suicidio asistido son los pecados que tanto lastiman a la gente como deshonran a Dios. Los consejeros bíblicos usan sus conversaciones para apuntar a la gente lejos de tales actividades pecaminosas y hacia una protección de toda la vida humana.
B. Los consejeros bíblicos deben aconsejar con una comprensión de la importancia del corazón. La Biblia enseña que los seres humanos son guiados por las diversas motivaciones y deseos de sus corazones. El corazón es la fuente de iniciación para toda actividad, y es de crucial importancia en la tarea de consejería. Los consejeros bíblicos buscan ayudar a las personas que luchan a cambiar en un nivel de profundidad que fluye desde el interior de la persona hacia el exterior.
C. Los consejeros bíblicos deben hacer su trabajo comprendiendo la importancia del cuidado del cuerpo físico. Los seres humanos son personas completas, por lo que el cuerpo físico y las acciones que resultan de él son de crucial importancia en la tarea de consejería. Los consejeros bíblicos trabajarán para fomentar los comportamientos que son ordenados por las Escrituras y eliminar los comportamientos que están prohibidos. Los consejeros bíblicos también trabajarán para enfatizar el cuidado apropiado del cuerpo físico, incluyendo el reconocimiento de la importancia de la atención médica profesional para los problemas médicos.
D. Los consejeros bíblicos deben hacer su trabajo comprendiendo la importancia del género. Dios creó la raza humana para existir en dos géneros iguales de varón y hembra. Dios también ha ordenado que esos géneros estén llamados a funcionar en diferentes capacidades en los contextos del hogar, la iglesia y la sociedad. La instrucción bíblica sobre el género significa que, mientras que los hombres y las mujeres deben discipularse mutuamente mientras viven su vida cristiana diaria, las mujeres se esforzarán por evitar aconsejar formalmente a los hombres, ya que esto generalmente requiere la tarea de enseñar a los hombres con autoridad, lo cual está prohibido por las Escrituras. Los hombres también se comprometerán a ministrar a las mujeres, pero se esforzarán por evitar el consejo continuo, uno a uno con las mujeres debido a las advertencias bíblicas de permanecer por encima del reproche y evitar cualquier indicio de pecado. Los consejeros bíblicos abrazan la totalidad de la enseñanza de las Escrituras sobre el género y por ello trabajan para ayudar a las personas con problemas a abrazar su género físico revelado al nacer, y a funcionar de manera que represente con precisión ese género en el mundo, la iglesia y el hogar cristiano.
Génesis 1:26-27; Proverbios 4:23; 20:5; Marcos 7:14-23; 1 Corintios 6:19-20; 11:2-16; 2 Corintios 4:16-5:4; Gálatas 3:28; Efesios 5:3, 22-33; Colosenses 3:18-19; 1 Timoteo 2:9-15; 5:22; Tito 1:6; Santiago 1:19-27; 4:1-2
VI. El Compromiso con la Pureza
Dios creó el sexo para ser disfrutado en el contexto de la relación matrimonial entre un hombre y una mujer. Todas las otras expresiones sexuales constituyen inmoralidad sexual y son pecados atroces, que traen dolor a las vidas de todos los que participan en ellas. Los consejeros tienen la responsabilidad bíblica de fomentar la pureza sexual en sus actitudes, acciones y habla.
A. Los consejeros bíblicos deben buscar la pureza sexual en cada área de sus vidas. La Biblia ordena a los cristianos que huyan de todas las formas de inmoralidad sexual. Aquellos comprometidos con el ministerio de la Palabra en consejería deben evitar la inmoralidad en sus interacciones personales con los demás. Los consejeros bíblicos no buscan ninguna participación sexual fuera de los vínculos del matrimonio cristiano, independientemente de si esa participación es un discurso sexual inapropiado, actos de impureza que empujan la línea hacia el sexo o actos sexuales manifiestos. Los consejeros bíblicos también luchan por la pureza moral en sus momentos privados cuando ninguna otra persona está cerca, entendiendo que toda inmoralidad sexual destruye la efectividad de la consejería perjudicándose a sí mismos y a sus aconsejados.
B. Los consejeros bíblicos deben buscar pureza en sus intenciones con los aconsejados. La Biblia enseña que todo comportamiento sexual pecaminoso comienza con intenciones pecaminosas del corazón. Los consejeros bíblicos luchan por gracia para vencer las intenciones lujuriosas del corazón. Los consejeros deben buscar la rendición de cuentas especialmente cuando se enfrentan a deseos sexuales pecaminosos.
C. Los consejeros bíblicos deben fomentar la pureza sexual en la vida de los aconsejados. La Biblia enseña que gran dolor y consecuencias entran en la vida de aquellos que son culpables de transgresión sexual. Debido a que esto es cierto, los consejeros bíblicos están comprometidos a instar a los aconsejados a perseguir los estándares bíblicos de pureza en pensamiento, palabra y acción. Los consejeros bíblicos desalientan cualquier expresión de la sexualidad fuera de los lazos del matrimonio, incluyendo lujuria, pornografía, adulterio, fornicación y homosexualidad.
Éxodo 20:17; Proverbios 5; Mateo 5:27-32; Romanos 13:13-14; 1 Corintios 6:9-20; Efesios 5:1-8; 1 Tesalonicenses 4:3-8; Hebreos 13:4; Santiago 1:14-15
VII. El Compromiso con la Competencia
El llamado a ser un consejero bíblico implica más que un compromiso con la suficiencia de Cristo y su Palabra para ayudar a las personas con sus problemas en la vida. También implica un compromiso para crecer en el tipo de sabiduría y habilidad que produce la excelencia de consejería. Ningún consejero de la Palabra ha llegado a un lugar de perfección, pero los consejeros bíblicos trabajan para lograr una creciente competencia mientras ayudan a las personas que luchan.
A. Los consejeros bíblicos deben perseguir la educación, el entrenamiento y la experiencia necesarias para hacer su trabajo. Los mejores consejeros bíblicos han recibido instrucción de calidad de maestros sabios sobre cómo aconsejar bien, han sido entrenados para desarrollar excelentes habilidades de consejería y han sido supervisados por mentores que saben aconsejar con excelencia. Aquellos que quieran seguir los más altos estándares de excelencia buscarán tanto de este equipamiento como sea posible, ya sea por medios formales o informales.
B. Los consejeros bíblicos deben estar comprometidos con la educación y la formación continua para seguir siendo eficaces. Los nuevos aconsejados siempre llegan con nuevos problemas, y los consejeros están en constante necesidad de crecer en sabiduría y habilidad. Los consejeros bíblicos, por lo tanto, nunca dejan de aprender, sino que siempre buscan aumentar su base de conocimiento en relación con las verdades de las Escrituras, la información sobre los problemas que la gente enfrenta y la sabiduría que viene a través de la consejería. Cuando un problema de consejería cae fuera de su área de competencia los consejeros son honestos con los aconsejados acerca de sus limitaciones y buscan la ayuda de otros más competentes.
C. Los consejeros bíblicos deben mantener una relación vibrante con Jesucristo para mantener la vitalidad espiritual necesaria para el trabajo de consejería. La Biblia es clara que la gente siempre habla por el desbordamiento de recursos almacenados en su corazón. Esta realidad significa que los consejeros bíblicos solo pueden ofrecer atención verdaderamente bíblica si caminan en estrecha relación con el Señor Jesucristo y almacenan sus palabras en su corazón. Es una estrecha relación con Jesús, más que nada, lo que asegura nuestra competencia como consejeros. Los consejeros bíblicos luchan por una relación dinámica con Jesús a través de, entre otros medios de gracia, la lectura de la Biblia, la oración, la adoración corporativa y la estrecha responsabilidad personal como parte del cuerpo de Cristo.
D. Los consejeros bíblicos deben tratar de obtener la mayor cantidad de información posible sobre la naturaleza de los problemas que enfrenta su aconsejado para poder brindar una atención eficaz. Es imposible ayudar a las personas con problemas sin un amplio conocimiento del problema que están enfrentando. Los consejeros bíblicos están comprometidos a aprender tanto acerca de los aconsejados y sus problemas para poder ofrecer el mejor cuidado posible. Los consejeros bíblicos evitan la suposición de que entienden la naturaleza de un problema de consejería antes de que hayan investigado cuidadosamente el asunto.
Proverbios 18:13, 17; Juan 15:1-11; Mateo 12:33-37; Efesios 3:14-21; 5:11; Colosenses 1:9; 3:16; 1 Timoteo 4:15; 2 Timoteo 2:2, 15; Santiago 1:19;
VIII. El Compromiso con la Metodología
El consejo sabio requiere un compromiso para comprender y seguir el proceso de cambio tal como se revela en las Escrituras. La consejería consiste en ofrecer ayuda a las personas a medida que hacen cambios iniciados por el Espíritu en sus vidas que lo honran, por lo que los consejeros bíblicos deben conocer ese proceso bíblico y estar comprometidos a seguirlo si quieren tener éxito en su trabajo de consejería. La Biblia es un recurso suficiente, que explica los procesos necesarios en la relación de consejería.
A. Los consejeros bíblicos deben estar comprometidos con la verdad de que la clave fundamental del proceso de consejería bíblica es la persona y obra de Jesucristo. Apuntamos a los consejeros a la persona y obra de Jesucristo, y luego les enseñamos a crecer en su gracia. Los consejeros bíblicos trabajan para señalar a todas las personas al arrepentimiento hacia Dios y a la fe en Jesucristo para encontrar perdón por su pecado y consuelo en su dolor.
B. Los consejeros bíblicos deben tratar de ayudar a los aconsejados a cambiar sus deseos y conductas pecaminosas a través del proceso bíblico de despojarse de las actitudes y acciones pecaminosas y vestirse de rectitud. El cambio requiere más que simplemente detener los deseos y comportamientos pecaminosos, también requiere comenzar nuevos deseos y comportamientos que honren a Dios. Los consejeros bíblicos trabajan para ayudar a sus aconsejados a experimentar el cambio de esta manera práctica, tal como lo informan los textos bíblicos.
C. Los consejeros bíblicos deben tratar de ayudar a los aconsejados a cambiar a un nivel de profundidad a través de un proceso bíblico de renovación del corazón. Debido a que los deseos del hombre interior preceden a la conducta del hombre exterior, la Biblia requiere que una persona tome sus pensamientos cautivos para lograr el tipo de cambio que honra a Dios. Los consejeros bíblicos ayudan a los aconsejados a descubrir cómo sus deseos, pensamientos y sentimientos pecaminosos conducen a acciones pecaminosas y luego trabajan para ayudarles a formar nuevos patrones de pensamiento y acción bíblicos a través de la gracia de Dios.
D. Los consejeros bíblicos deben ayudar a sus aconsejados a cambiar reuniéndose con Dios en oración. La Biblia enseña que la manera en la que nos acercamos a Dios en nuestro pecado y sufrimiento es a través de la oración constante. Dios escucha las oraciones de aquellos que se acercan a él en Cristo, quien desea ayudarlos en tiempos de necesidad. Los consejeros bíblicos animan a sus aconsejados a expresar su dependencia de Dios a través de la oración pública y privada.
Hechos 26:17; Romanos 12:2; 2 Corintios 3:18, 10:5; Efesios 4:17-32; Colosenses 3:1-17; Hebreos 4:16
IX. El Compromiso con la Autoridad
La Biblia deja claro que el mundo de Dios es un mundo en el que las estructuras de autoridad deben ser reconocidas y respetadas. La Biblia enseña que la autoridad existe entre las relaciones trinitarias de la Divinidad y afecta también a cada una de nuestras relaciones humanas. Los consejeros bíblicos trabajan para honrar a todas las autoridades bíblicamente instituidas y ayudan a sus aconsejados a hacer lo mismo.
A. Los consejeros bíblicos deben someterse a la autoridad de Dios por encima de cualquier otra fuente de autoridad, y deben ayudar a sus aconsejados a hacer lo mismo. Dios es la autoridad suprema en el mundo, y es él mismo la fuente de toda autoridad humana. Dios nos comunica perfectamente su autoridad en las páginas de su Palabra, la Biblia. Toda fuente de autoridad tiene que rendir cuentas en última instancia a la Palabra de Dios como norma perfecta. Los consejeros bíblicos ayudan a sus aconsejados a vivir sus vidas en sumisión a la autoridad de Dios, incluso cuando su autoridad entra en conflicto con las autoridades humanas. Tales conflictos de la autoridad humana con la autoridad divina pueden crear desafíos muy serios a los aconsejados que sufren bajo el peso de una autoridad opresiva y no bíblica. Los consejeros bíblicos buscan ayudar a los aconsejados a trabajar con otras fuentes de autoridad más fieles para resolver la opresión y el abuso de autoridad.
B. Los consejeros bíblicos deben ayudar a sus aconsejados a someterse a la autoridad legítima en el contexto del hogar. Dios ha llamado a los esposos y a los padres a ejercer la autoridad espiritual en el hogar, buscando el bienestar de los que están a su cuidado. Dios también ha llamado a las esposas a ser sumisas a sus esposos y a los hijos a ser sumisos a la autoridad de sus padres. Estas estructuras de autoridad son una increíble bendición cuando se cumplen fielmente. Los consejeros bíblicos ayudarán a los miembros de la familia a honrar apropiadamente estas fuentes de autoridad a lo largo de las diversas etapas de la vida.
C. Los consejeros bíblicos deben ayudar a sus aconsejados a someterse a la autoridad de su iglesia. Dios ha dotado a la iglesia de ministros para pastorear las almas de su pueblo. Estos pastores tienen una verdadera autoridad espiritual que debe ser seguida cuando se ejerce bíblicamente. Los consejeros bíblicos ven esta autoridad como una bendición de Dios dada por el bien de su pueblo, y por lo tanto se esfuerzan por ayudar a sus aconsejados a abrazarla.
D. Los consejeros bíblicos deben ayudar a sus aconsejados a someterse a la autoridad del estado, cuando se ejerce con rectitud. Dios ha proporcionado el gobierno como una bendición para todas las personas a fin de preservar el orden y la rectitud. Cuando esta autoridad es dada de manera justa y conforme a la ley de Dios, todas las personas se benefician de ella. Siempre que sea posible, los consejeros bíblicos trabajan por obedecer las leyes de las jurisdicciones legales en las que sirven, e instan a sus aconsejados a hacer lo mismo.
Mateo 20:25-28; Hechos 5:29; Romanos 13:1-7; 1 Corintios 10:31; 2 Corintios 5:9; Efesios 5:22-33; 6:1-4; Colosenses 3:18-21; 1 Timoteo 3:1-7; Hebreos 13:17; 1 Pedro 2:13-25
X. El Compromiso con la Integridad
La Biblia enfatiza la importancia de la honestidad en todas nuestras relaciones. Dios nunca miente, y él ordena este tipo de integridad para sus criaturas también. La honestidad, por lo tanto, debe ser un sello distintivo de cualquier relación humana incluyendo consejería formal e informal. El tipo de confianza necesaria en la relación de consejería requiere honestidad por parte de los consejeros. El engaño perjudica pecaminosamente esta relación y debe ser evitado.
A. Los consejeros bíblicos deben ser francos sobre el tipo de consejería que hacen. Los aconsejados son servidos cuando los consejeros bíblicos claramente comunican su intención de usar la Biblia como su autoridad para todos los asuntos de consejería. Por lo tanto, los consejeros bíblicos deben tratar de comunicar este compromiso en cualquier contexto, ya sea público o privado, formal o informal.
B. Los consejeros bíblicos deben mantener y comunicar los estándares bíblicos de confidencialidad. La confianza crece en las relaciones donde todas las partes tienen claras expectativas con respecto a la naturaleza confidencial de la información privada. Los consejeros bíblicos buscan mantener la confianza y la integridad al mantener la información personal tan privada como sea posible. Los consejeros bíblicos protegen la reputación de sus aconsejados evitando las divulgaciones imprudentes e innecesarias de información personal. Los consejeros bíblicos también deben dejar claro a sus aconsejados que un compromiso con la autoridad bíblica requiere la revelación de ciertos tipos de información a ciertas partes. El compromiso bíblico de proteger a los aconsejados de cualquier daño, así como el compromiso con la autoridad del hogar, la iglesia o el estado, pueden requerir la revelación de información que los aconsejados preferirían mantener en privado.
C. Los consejeros bíblicos deben representar con precisión sus habilidades. Demuestra una falta de integridad que los consejeros tergiversen su formación, experiencia y áreas de experiencia en la comunicación de sus calificaciones de consejería. Los consejeros bíblicos trabajan para representar con humildad y precisión sus credenciales, calificaciones y nivel de habilidad.
D. Los consejeros bíblicos deben tener cuidado al recibir regalos de aquellos a quienes aconsejan. Tales regalos pueden ser recibidos con gusto cuando se les da como una muestra de amor y gratitud por la ayuda y el cuidado ofrecidos en la consejería. Los consejeros bíblicos deben tener cuidado con los regalos que se perciben como un ejercicio de manipulación o como un esfuerzo para controlar ciertos resultados de la consejería. Los consejeros bíblicos nunca comprometen su fidelidad a la Palabra de Dios debido a un regalo recibido o prometido, monetario o de otro tipo.
Éxodo 20:16; 23:1; Levítico 19:11; Deuteronomio 16:19; Proverbios 19:5; 24:28; 25:18; Zacarías 8:16; Mateo 5:37; 2 Corintios 4:2; Efesios 4:25; Colosenses 3:9
XI. El Compromiso con la Reconciliación
A Dios le interesa buscar la paz con su creación. Posee una ira justa por el pecado, pero ofrece poner a un lado esa ira a través de la muerte de Jesucristo en la cruz. Él llama a sus seguidores a esta misma actitud de paz. El llamado a ser un consejero bíblico es, por lo tanto, el llamado a ser un pacificador.
A. Los consejeros bíblicos deben estar comprometidos a ayudar a los aconsejados a buscar la paz con Dios a través de la fe y el arrepentimiento. Cuando los consejeros bíblicos son conscientes de las áreas en la vida de los aconsejados en las que están separados de Dios por su pecado, siempre buscarán, con sabiduría y gracia, ayudarles a arrepentirse de ese pecado, confesándolo al Señor y abandonándolo por la búsqueda de nuevos deseos y comportamientos que le honren.
B. Los consejeros bíblicos deben comprometerse a ayudar a los aconsejados a buscar la paz en sus relaciones con otras personas a través de la confesión, el perdón y la reconciliación. Los consejeros bíblicos aprovechan todas las oportunidades disponibles para ayudar a los aconsejados a lograr la reconciliación en cualquier relación donde esto sea posible, ya sea en el matrimonio, la familia, las amistades o la comunión con la iglesia. Aunque la vida en un mundo caído a menudo significa que los conflictos no pueden ser resueltos, los consejeros bíblicos nunca permiten que un conflicto permanezca sin resolver cuando hay otra opción sabia disponible.
C. Los consejeros bíblicos deben buscar la paz en las relaciones con todos sus aconsejados. Cuando surge un conflicto, los consejeros bíblicos liderarán la reconciliación cuando cada parte confiesa el pecado y conceda el perdón. Los consejeros bíblicos también están dispuestos a involucrar a otro participante para ayudar a facilitar la reconciliación si esto fuera necesario.
Salmo 32:1-5; Proverbios 28:13; Mateo 5:9; 23-24; 6:14; 7:1-5; 18:15-35; Marcos 11:25; Lucas 17:3; Gálatas 6:1; Efesios 4:31-32; Colosenses 3:12-13; Santiago 3:18; 1 Juan 1:8-9
XII. Violación de las normas
Los miembros de la Asociación de Consejeros Bíblicos Certificados están obligados a observar estas normas de conducta para seguir siendo miembros en buen estado. Es la tarea de la junta directiva de esta asociación hacer cumplir estas normas a nuestros miembros. Al tratar de cumplir con esta responsabilidad, la junta directiva desea respetar el juicio de las autoridades eclesiásticas locales siempre que sea posible. Sin embargo, cualquier veredicto sobre la violación de estas normas para nuestros miembros, o las sanciones por las violaciones de nuestros miembros es a la sola discreción de la junta directiva. Será responsabilidad de la junta directiva comunicar de manera clara y pública el proceso de denuncia de violaciones de estas normas, para investigar las presuntas violaciones y para instituir sanciones por cualquier violación.